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Cebolla cruda o cocida
Beneficios de la cebolla para la piel
«¿Por qué nos interesa el azufre en las cebollas? Las cebollas forman compuestos de azufre mediante una reacción enzimática cuando se cortan o se trituran. Los estudios demuestran que estos compuestos de azufre pueden proteger contra el cáncer, ayudar a reducir el nivel de azúcar en la sangre y disminuir la producción de colesterol no saludable en el organismo. Estos compuestos de azufre también pueden bloquear la formación de coágulos de plaquetas y promover la descomposición de los coágulos de sangre, lo que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Coma las cebollas crudas para obtener el máximo contenido de azufre, ya que la cocción de las cebollas disminuye significativamente la cantidad del compuesto. Sin embargo, estos compuestos de azufre tienen un inconveniente. Le dan a la cebolla su olor penetrante y hacen que se te salgan las lágrimas cuando la cortas.
«Además del azufre, las cebollas tienen otro rasgo saludable a su favor: Las capas exteriores contienen quercetina, un antioxidante que combate los radicales libres perjudiciales para el organismo. Los científicos creen que cocinar ligeramente las cebollas puede aumentar la concentración de este nutriente.
«Entonces, ¿cuál es la conclusión? Si le gusta el sabor de la cebolla cruda, pruebe a añadirla en rodajas a las ensaladas, hamburguesas o sándwiches. Si no puede soportar el sabor picante de las cebollas crudas, las cebollas ligeramente cocinadas siguen aportando un sinfín de beneficios para la salud.»
Efectos secundarios de comer cebollas crudas
Una familia de superalimentos menos conocida es la de los allium. El ajo, la cebolla, el puerro y el cebollino, que a menudo se consideran más un saborizante que un alimento, tienen potentes cualidades para mejorar la salud. Estos alimentos aumentan la producción de glutatión, un tripéptido que sirve de antioxidante para el hígado. Al ayudar a eliminar las toxinas y los carcinógenos, el glutatión sitúa a la familia del allium en la lista de los superalimentos anticancerígenos.
Las cebollas contienen calcio, potasio, vitamina C y folato. Se cree que los beneficios anticancerígenos de las cebollas provienen de los compuestos de azufre conocidos como sulfuros de alilo. Además, las cebollas contienen el flavonoide quercetina, que se asocia con propiedades de refuerzo inmunológico. Es interesante observar que las cebollas y el ajo contienen una mayor variedad de compuestos de azufre que mejoran la salud cuando se cocinan. El ajo y la cebolla crudos siguen teniendo muchos beneficios, pero esto es una buena noticia para quienes los prefieren cocinados. Sin embargo, cocinarlos más de 30 minutos puede destruir la mayoría de los compuestos beneficiosos.
Beneficios de la cebolla para los pulmones
Una familia de superalimentos menos conocida es la de los allium. El ajo, la cebolla, el puerro y el cebollino, considerados a menudo como un saborizante más que como un alimento, tienen potentes cualidades para mejorar la salud. Estos alimentos aumentan la producción de glutatión, un tripéptido que sirve de antioxidante para el hígado. Al ayudar a eliminar las toxinas y los carcinógenos, el glutatión sitúa a la familia del allium en la lista de los superalimentos anticancerígenos.
Las cebollas contienen calcio, potasio, vitamina C y folato. Se cree que los beneficios anticancerígenos de las cebollas provienen de los compuestos de azufre conocidos como sulfuros de alilo. Además, las cebollas contienen el flavonoide quercetina, que se asocia con propiedades de refuerzo inmunológico. Es interesante observar que las cebollas y el ajo contienen una mayor variedad de compuestos de azufre que mejoran la salud cuando se cocinan. El ajo y la cebolla crudos siguen teniendo muchos beneficios, pero esto es una buena noticia para quienes los prefieren cocinados. Sin embargo, cocinarlos más de 30 minutos puede destruir la mayoría de los compuestos beneficiosos.
La forma más saludable de cocinar las cebollas
ResumenAntecedentesLos alimentos de la dieta que pueden contribuir a la prevención de enfermedades son de gran interés. La cebolla es un ingrediente clave en muchas cocinas de todo el mundo y, además, su demanda ha aumentado en las últimas tres décadas. Un aspecto farmacológico importante de la cebolla es su capacidad para inhibir la agregación plaquetaria. Las cebollas crudas inhiben la agregación plaquetaria; sin embargo, cuando las cebollas se hierven o se calientan, la actividad antiplaquetaria puede quedar abolida.MétodosSe cocieron cuartos de cebolla al vapor durante 0, 1, 3, 6, 10 y 15 minutos. Se examinó la actividad antiplaquetaria in vitro de una cebolla híbrida amarilla de almacenamiento en estos tiempos en la sangre de 12 sujetos humanos utilizando agregometría de sangre total in vitro.ResultadosAl contrario de los hallazgos reportados para la ebullición, la actividad antiplaquetaria se destruyó entre 3 y 6 min de la cocción al vapor, y a los 10 min de la cocción al vapor, las cebollas cocidas estimularon la actividad plaquetaria. Los extractos de cebolla cocida tenían el potencial de revertir el efecto inhibidor sobre las plaquetas en un 25%. Las respuestas fueron consistentes en todos los donantes. La concentración polifenólica total y los sólidos solubles no se vieron afectados por el tiempo de cocción.ConclusionesEl valor potencial de las preparaciones de cebolla cocida puede resultar en la destrucción o reversión de la actividad antiplaquetaria, sin afectar a la concentración polifenólica.
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