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Gastritis linfoplasmocitaria
¿es la gastritis linfocítica un cáncer?
Z Vesoulis M.D..Derechos y permisosImpresiones y permisosAcerca de este artículoCite este artículoVesoulis, Z., Lozanski, G., Ravichandran, P. et al. Collagenous Gastritis: A Case Report, Morphologic Evaluation, and Review.
Mod Pathol 13, 591-596 (2000). https://doi.org/10.1038/modpathol.3880101Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
gastritis linfocítica autoinmune
La gastroenteritis linfocítica-plasmática canina (LP) es una de las enfermedades de un grupo de enfermedades intestinales crónicas idiopáticas denominadas colectivamente enfermedad inflamatoria intestinal (EII), y se considera la causa más común de vómitos y diarrea crónicos en perros. La gastroenteritis LP se caracteriza por una infiltración difusa de linfocitos y células plasmáticas en la lámina propia del estómago y/o del intestino delgado, lo que provoca una inflamación difusa de la mucosa. La forma más frecuente de EII es la linfocítica-plasmática. Otras formas de EII pueden deberse a otros infiltrados celulares (por ejemplo, gastroenteritis eosinofílica, enteritis granulomatosa, colitis ulcerosa histiocítica crónica en los bóxers).
La causa definitiva y la patogénesis de esta enfermedad siguen siendo desconocidas. Se cree que una respuesta inmunitaria anormal de la mucosa a diversos antígenos ambientales, potencialmente de origen dietético o parasitario, da lugar a una reacción de hipersensibilidad del huésped que es responsable del reclutamiento de células inflamatorias. La exposición continuada al antígeno perpetúa la inflamación gastrointestinal. El daño subsiguiente resulta de la elaboración de citoquinas, la liberación de enzimas proteolíticas y lisosomales, la activación del complemento secundaria a la deposición de complejos inmunes y la generación de radicales libres de oxígeno. A continuación, puede producirse un retraso en el vaciado gástrico secundario a la inflamación. Los factores hereditarios también pueden influir en el desarrollo de la EII. Se sabe que los basenjis y los ludenhunds tienen formas familiares de EII; se ha informado de que los pastores alemanes y los Shar-peis tienen una predisposición específica a la gastroenteritis LP. Normalmente, los perros afectados son de mediana a avanzada edad y no se han descrito predilecciones por el sexo.
gastritis linfoplasmática en humanos
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es el nombre utilizado para una afección inespecífica que implica una inflamación crónica en el estómago o los intestinos. Se produce cuando las células inflamatorias se acumulan en el revestimiento del tracto intestinal. Uno de los términos médicos para esta enfermedad es gastritis o colitis linfoplasmática. La EII es más frecuente en perros de mediana edad o mayores.
Dependiendo del lugar de la inflamación, el signo más consistente es el vómito crónico (estómago) o la diarrea (intestinos). La inflamación de los intestinos es la forma más común, por lo que la diarrea crónica es el signo más frecuente. También puede haber pérdida de peso si el perro ha tenido EII durante varias semanas o más. Los perros con gastritis crónica pueden ser melindrosos o tener poco apetito.
Para diagnosticar la EII, su veterinario debe tomar una biopsia (muestra de tejido) del intestino afectado. En la mayoría de los casos, la biopsia puede realizarse mediante un endoscopio. Se anestesia al perro y se le introduce el endoscopio en el estómago (a través de la boca) o en el colon (a través del recto). El endoscopio permite al veterinario ver el revestimiento del estómago o del intestino. También permite recoger una pequeña muestra de tejido pasando un instrumento de biopsia por el endoscopio.
significado del infiltrado linfoplasmático leve
La biología fundamental de las respuestas inflamatorias agudas y crónicas está bien descrita en numerosos textos.1,2 La inflamación aguda se produce entre horas y días después de la exposición a un desencadenante y se caracteriza por cambios como la vasodilatación, el edema tisular y la exudación de proteínas, la exocitosis neutrofílica y la liberación de una amplia gama de mediadores inflamatorios preformados o recién sintetizados derivados de las células. En cambio, la respuesta inflamatoria crónica suele producirse después de esta reacción aguda (durante semanas o meses) o puede tener un desencadenante distinto. La inflamación crónica implica la infiltración tisular por parte de células inflamatorias mononucleares (macrófagos con formación de células gigantes multinucleadas, linfocitos y células plasmáticas) con producción de una gama distinta de mediadores proinflamatorios, citocinas y quimiocinas. La respuesta inflamatoria crónica puede incorporar aspectos de necrosis y remodelación tisular en los que intervienen factores de crecimiento del estroma, metaloproteinasas de la matriz y sus inhibidores, y progresar hacia la formación de tejido de granulación y fibrosis organizada.
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