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Fosfatasa alcalina alta en perros viejos
Niveles de fosfatasa alcalina superiores a 1000 en perros
El aumento de la fosfatasa alcalina sérica (ALP) es un hallazgo de laboratorio común en los pacientes caninos. En un estudio de muestras de sangre consecutivas enviadas a un laboratorio de referencia, el 39% de todos los perros y el 51% de los perros mayores de 8 años tenían niveles de ALP aumentados (Comazzi et al, 2004). La alta sensibilidad (86%) del aumento de la ALP para la detección de enfermedades hepáticas se complica por la escasa especificidad (49%), ya que numerosas enfermedades ajenas al hígado, así como los fármacos y los glucocorticoides, pueden inducir la producción de la enzima. A menudo la evaluación de los pacientes caninos con aumento de ALP se convierte en un dilema diagnóstico.
La ALP sérica total es la suma de L-ALP, B-ALP y C-ALP. La proporción de cada isoenzima cambia con la edad en perros normales. La B-ALP predomina en perros de menos de 1 año de edad, constituyendo el 96% de la ALP total; esta proporción disminuye con la edad hasta aproximadamente el 25% en perros de más de 8 años. La C-ALP constituye entre el 10% y el 30% de la ALP en los perros normales, con proporciones más altas en los perros de más edad y proporciones más pequeñas en los perros jóvenes. La L-ALP es la isoenzima predominante en los perros mayores de 1 año.
Niveles de fosfatasa alcalina superiores a 600
La fosfatasa alcalina (ALP, AP) es una metaloenzima no específica que hidroliza muchos tipos de ésteres de fosfato a un pH alcalino en presencia de iones de zinc y magnesio. El principal uso de la ALP es como indicador sensible de colestasis en el perro (aumentará antes que la bilirrubina), sin embargo es inespecífica porque los corticosteroides («estrés» exógeno o endógeno) inducen la producción de esta enzima, con el consiguiente aumento de la actividad sérica o plasmática. En el gato, sin embargo, la ALP es un indicador específico de enfermedad hepática, mientras que en los animales grandes, la enzima es menos útil, ya que es insensible, los trastornos colestáticos son infrecuentes y los intervalos de referencia son bastante amplios.
Existen dos isoenzimas (productos de genes diferentes) y varias isoformas (producidas a partir de la modificación postraduccional de las isoenzimas) de la ALP. Las isoenzimas se producen a partir de genes de ALP intestinales y tisulares no específicos y difieren en la secuencia de aminoácidos. Las isoformas difieren en los sitios catalíticos y la actividad, la inmunogenicidad y la movilidad electroforética. Las principales isoformas que pueden medirse en los animales son la ALP hepática (L-ALP), la ALP corticoidea (C-ALP; sólo en perros), la ALP ósea (B-ALP) y la ALP intestinal (I-ALP), pero hay otras, como la ALP leucocitaria y la ALP placentaria.
Niveles de fosfatasa alcalina superiores a 600 en perros
Para analizar el nivel de ALKP de su mascota, el equipo veterinario debe obtener una pequeña muestra de sangre. Este procedimiento suele ser muy rápido; puede durar sólo unos segundos si el paciente se comporta bien. En el caso de pacientes muy asustados o que no se comportan bien, su equipo veterinario puede utilizar un bozal, una toalla u otro dispositivo de sujeción suave. En algunos casos, como en los pacientes con un pelaje muy grueso, puede ser necesario afeitar el pelo de la zona donde se va a extraer la sangre. El pelo volverá a crecer, y esto suele ser una buena manera de encontrar la vena rápidamente.
A veces, la sangre puede extraerse en la sala de exploración porque algunas mascotas se sienten reconfortadas y se comportan bien cuando sus dueños están presentes. Sin embargo, algunas mascotas están más excitadas y son más revoltosas cuando sus dueños están presentes, por lo que su veterinario puede recomendar que su mascota sea llevada a un área de tratamiento separada para la extracción de sangre.
Algunos consultorios veterinarios disponen de un equipo de análisis de sangre propio, por lo que pueden realizar la prueba de ALKP en el consultorio y tener los resultados el mismo día. Otras oficinas envían las muestras de sangre a un laboratorio externo para que se realice la prueba. Si se recurre a un laboratorio externo, los resultados suelen estar disponibles en uno o dos días.
Signos de alta alp en perros
Para convertirse en un hospital miembro de la AAHA, los candidatos deben completar una autoevaluación de 39 páginas en la que se revisan los servicios e instalaciones del hospital. A continuación, un consultor capacitado de la AAHA evalúa minuciosamente las instalaciones para asegurarse de que cumplen con las normas de atención veterinaria de la AAHA. Más información …
A medida que nuestros perros y gatos entran en la tercera edad, reconocemos que son más propensos a tener problemas de salud que cuando eran más jóvenes. Sus sistemas no son tan resistentes. No se recuperan tan rápidamente de un traumatismo o una enfermedad. Es importante tratar de adelantarse a sus problemas mediante la detección agresiva de enfermedades. Una parte de ese examen es, sin duda, la comprobación de la química. También recomendamos realizar un hemograma, un recuento sanguíneo completo y un análisis de orina una o dos veces al año en las mascotas mayores como rutina.
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Bienvenid@s, soy Olga Rodríguez y en mi blog podrás encontrar todo tipo de información acerca del cuidado de tu mascota.