Cirugia de calculos en la vejiga en perros

qué disuelve los cálculos vesicales en los perros

Los cálculos en la vejiga (o cálculos vesicales) son formaciones de minerales en la vejiga. Pueden aparecer como múltiples piedras pequeñas o como una piedra grande, y pueden empezar siendo pequeñas y con el tiempo crecer en número y tamaño. Los síntomas incluyen micción frecuente, esfuerzo, sangre en la orina, accidentes en la casa y lamerse la zona debido al dolor y la incomodidad.

La causa más común de los cálculos en la vejiga son las dietas que contienen un exceso de sal, y estos minerales forman cristales en la orina que siguen creciendo. En ocasiones son secundarios a problemas genéticos en los que faltan determinadas enzimas, como en los dálmatas.

Los cálculos en la vejiga se suelen diagnosticar mediante radiografías. A veces pueden detectarse cristales en muestras de orina. La palpación cuidadosa del abdomen, durante la consulta, a menudo puede revelar también cálculos en la vejiga.

La cirugía es la forma más rápida de resolver los signos clínicos. Se realiza una incisión en el abdomen ventral, se expone la vejiga, se hace una incisión y se extraen los cálculos. A continuación se cierra la vejiga y luego el abdomen. El procedimiento suele ser bastante rápido, no tardando más de 30 minutos en la mayoría de los casos. En ocasiones, los cálculos pueden disolverse mediante dietas especiales durante varias semanas, como alternativa a la cirugía.

recuperación de la cirugía de cálculos en la vejiga en perros

Los cálculos en la vejiga, también conocidos como urolitiasis o cistolitiasis, son depósitos minerales sólidos que se forman en el interior de la vejiga de perros y gatos. Los cálculos comienzan como cristales que se forman en la orina. Estos cristales se forman cuando se produce una combinación de acontecimientos, como el cambio del pH de la orina (el pH es una medida de la acidez y la alcalinidad de la orina), el aumento de la concentración de orina y los cambios en la composición mineral de la orina que se forma. Con el tiempo, los cristales se combinan y se acumulan para formar cálculos en la vejiga.

Los cálculos en la vejiga pueden ser desde uno o dos cálculos hasta cientos. Algunos de ellos son pequeños y de aspecto arenoso, mientras que otros pueden llegar a medir más de cinco centímetros de diámetro. Los cálculos en la vejiga son bastante comunes en perros y gatos. Los cálculos renales, más comunes en los humanos, son mucho menos frecuentes en perros y gatos. Sólo el 2% de los cálculos encontrados en el tracto urinario de nuestras mascotas se encuentran en el riñón.

Los dos tipos más comunes de cálculos en la vejiga son los de oxalato de calcio y los de estruvita (también conocido como fosfato amónico de magnesio). El urato es otro tipo de mineral que puede formar cálculos en la vejiga, pero es poco frecuente.

el perro no orina después de una operación de cálculos en la vejiga

Aunque siempre ha sido común ver urolitiasis en nuestros pacientes, los cálculos de oxalato de calcio han aumentado definitivamente en frecuencia durante la última década. Por desgracia, estos cálculos no pueden disolverse con el tratamiento médico y la formación recurrente se produce en el 24-48% de los pacientes en el plazo de un año. Esto puede obligar a los pacientes a someterse a múltiples cistotomías a lo largo de su vida. Entonces, ¿hay algo que podamos hacer para evitar las cistotomías repetidas para estas mascotas y sus propietarios?

La formación de urolitos de oxalato cálcico es multifactorial, siendo la genética, la dieta, el nivel de consumo de agua, los niveles de calcio sérico y la presencia de promotores urinarios algunos de los factores implicados. Algunas razas, como los Schnauzers miniatura, los Lhasa Apsos, los Yorkshire Terrier, los Bichon Frises, los Shih Tzus y los Caniches, tienen un mayor riesgo. Otros factores de riesgo para el desarrollo de cálculos de oxalato cálcico son la edad (8-12 años), ser un macho castrado o tener sobrepeso.

El primer paso para minimizar la necesidad de una cirugía recurrente es el control temprano y regular, ya que si los cálculos se identifican cuando son pequeños, a menudo podemos utilizar algunas de las técnicas menos invasivas que se indican a continuación para su eliminación. Debe realizarse periódicamente un análisis de orina completo para controlar la gravedad específica de la orina, el pH y la presencia de cristales. Recomiendo realizar ese primer análisis de orina un mes después de la cirugía y luego de nuevo cada tres meses durante el primer año. Recuerde que los cristales pueden formarse cuando la orina ha sido refrigerada o si ha estado almacenada durante algún tiempo; por lo tanto, la presencia de cristales por sí sola no siempre indica la presencia de cálculos. En cada revisión debe realizarse también una radiografía abdominal lateral o una ecografía de la vejiga. La ecografía es más sensible y detecta los cálculos más pequeños, mientras que un cálculo suele medir 3 mm antes de que pueda detectarse en la radiografía. Tras el primer año, suelo tener una idea de la rapidez o la lentitud con la que cada paciente puede tener una recidiva, y entonces ajusto el intervalo de control a seis meses si no se han formado cálculos o si su ritmo de formación es relativamente lento.

costo de la cirugía de cálculos en la vejiga en perros

Los cálculos en la vejiga, también conocidos como urolitiasis o cistolitiasis, son depósitos minerales sólidos que se forman en el interior de la vejiga de perros y gatos. Los cálculos comienzan como cristales que se forman en la orina. Estos cristales se forman cuando se produce una combinación de acontecimientos, como el cambio del pH de la orina (el pH es una medida de la acidez y la alcalinidad de la orina), el aumento de la concentración de orina y los cambios en la composición mineral de la orina que se forma. Con el tiempo, los cristales se combinan y se acumulan para formar cálculos en la vejiga.

Los cálculos en la vejiga pueden ser desde uno o dos cálculos hasta cientos. Algunos de ellos son pequeños y de aspecto arenoso, mientras que otros pueden llegar a medir más de cinco centímetros de diámetro. Los cálculos en la vejiga son bastante comunes en perros y gatos. Los cálculos renales, más comunes en los humanos, son mucho menos frecuentes en perros y gatos. Sólo el 2% de los cálculos encontrados en el tracto urinario de nuestras mascotas se encuentran en el riñón.

Los dos tipos más comunes de cálculos en la vejiga son los de oxalato de calcio y los de estruvita (también conocido como fosfato amónico de magnesio). El urato es otro tipo de mineral que puede formar cálculos en la vejiga, pero es poco frecuente.

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